En una sociedad globalizada es necesario alinear las estrategias corporativas al compromiso colectivo de un desarrollo sostenible bajo los criterios ESG.
Para ello es crucial cumplir el piso regulatorio de cada país, que aborda cada aspecto de los estándares ESG clave como la regulación ambiental, social (como laboral y salud y seguridad) y de gobierno corporativo (estructuras societarias, prevención del delito, normas tributarias), la cual ha llevado los principios de responsabilidad social empresarial (RSE) a la gestión de sostenibilidad corporativa como un marco de gestión escencial en la estrategia de negocios corporativa.
Este enfoque integral permite a su vez alcanzar la excelencia operacional al establecer estándares globales y locales que fortalecen cada unidad operacional de las compañías. Este enfoque busca focalizar los esfuerzos en la gestión operacional del negocio con los objetivos estratégicos, evitando dobles esfuerzos y requiriendo equipos especiales para el control de cumplimiento de los estándares y regulaciones de las empresas, sino que recogiendo los datos desde los procesos de gestión.