Un cambio cultural hacia la prevención del delito dentro de las empresas es esencial para elevar los estándares de cumplimiento y generar medidas preventivas.
Chile busca dar un ejemplo claro de cómo los marcos legales pueden actuar como catalizadores del cambio y la transformación con la nueva Ley de Delitos Económicos.
Según el artículo 4 de la Ley 21.595: “Se entenderá que un Modelo de Prevención de Delitos efectivamente implementado por la persona jurídica es adecuado para los efectos de eximirla de responsabilidad penal cuando, en la medida exigible a su objeto social, giro, tamaño, complejidad, recursos y a las actividades que desarrolle, considere seria y razonablemente los siguientes aspectos».