Cómo asegurar que nuestra inversión sea sustentable y evitar la confusión del “greenwashing”
La sostenibilidad, en su más amplio significado, resulta crucial para las inversiones hoy en día, no sólo por su impacto positivo en un medioambiente en crisis, sino porque los proyectos que incorporan los principios ESG (Environmental, Social and Governance) aseguran su permanencia en el tiempo y el retorno para los inversionistas.
En nuestra web ya hemos hablado de millonarias inversiones que promueven el desarrollo sostenible o créditos especiales para estos mismos fines, como lo que está haciendo BBVA con el transporte en la isla de Mallorca, por ejemplo.
Sin embargo, como en diversas iniciativas, la ética es un factor clave en su correcta implementación y por eso hoy se habla del peligro que representa el «Lavado verde» o “greenwashing” para estas inversiones.
Este concepto se refiere a las malas prácticas de diversas empresas, donde la responsabilidad medioambiental resulta ser más una promesa de marketing que una verdadero cumplimiento de estándares o un impacto positivo en el medio ambiente.
Ya sea por mejorar la percepción del consumidor o la opinión pública, disfrazando prácticas que en realidad no son respetuosas del medioambiente, resulta que hoy el greenwashing también representa un peligro para las inversiones ESG.
Son más de $25 billones de dólares los que fondos de pensiones y aseguradoras manejan para inversiones verdes y, según publicó Bloomberg, más de la mitad de los encargados de este tipo de activos encuentran obstáculos en la falta de transparencia y acceso a los datos.
Claro, porque finalmente estos atractivos incentivos terminan cayendo en proyectos que tienen una buena divulgación de políticas verdes, pero en la práctica no cumplen con los estándares correspondientes.
En este sentido, ya se están implementando nuevos marcos regulatorios y mayor fiscalización para la promoción de verdaderos aportes al desarrollo sostenible, que representen el espíritu de las inversiones ESG.
Andy Howard, responsable global de inversiones en sostenibilidad del gigante administrador de inversiones Schroders, asegura que este tipo de esfuerzos “debería respaldar un cambio real y permitir a los inversores tomar decisiones basadas en la información».
De hecho, un informe de Schroders publicado en 2019, presentaba claramente que el greenwashing sólo puede combatirse a través de métricas que registren desempeño y no sólo buenas intenciones:
“La verdad inconveniente es que la incorporación de factores ESG dentro de una cartera no se logra fácilmente mediante pantallas simplistas y enfoques pasivos, requiere un análisis reflexivo y exhaustivo que se centre en el compromiso genuino de una empresa a ESG en lugar de una mera divulgación de políticas”.
Los esfuerzos entonces estarán apuntando a fortalecer la capacidad de medir, monitorear y gestionar de manera efectiva los factores ESG de empresas y proyectos, para separar la paja del trigo y poner la inversión donde haya un impacto medioambiental positivo medible.
Claro, el incentivo es mayúsculo porque este tipo de inversiones va en aumento y sólo en el tercer trimestre de este 2020 recibieron entradas récord de US$81.000 millones, según un informe de Morningstar.
Es así como, cada vez con más fuerza y claridad, se deben formular estándares objetivos y medibles que faciliten a las organizaciones y proyectos de inversión gestionar el cumplimiento de esos estándares.
Otro punto importante es identificar claramente a los responsables de verificar dicho cumplimiento con evidencia objetiva y oportuna, con tal de asegurar el seguimiento de cada proceso, lo que a su vez permite la toma de decisiones consistentemente con el desempeño de la organización.
Para ello se requieren plataformas integrales de apoyo a la gestión, como SIGEA, que permitan identificar fácilmente los estándares a cumplir, cómo gestionar dicho cumplimiento, distribuyendo la responsabilidad en los distintos actores relevantes de la organización y luego identificando y cerrando las brechas.
Finalmente, creemos que es primordial avanzar en la automatización de los procesos para monitorear y alertar las desviaciones de forma preventiva, apoyando a los tomadores de decisión en todos sus niveles y reportando de manera oportuna para tomar acciones correctivas y cuidar tanto la inversión como la sostenibilidad del proyecto.
Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Economia/2020/10/29/1002231/inversiones-sostenibles-lavado-verde.html
Schroders
https://www.schroders.com/getfunddocument/?oid=1.9.3259787
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